jueves, 20 de enero de 2011

Cliente: DYC con Coca cola.


Se acoda en la barra entorno a las cuatro menos algo de la noche. Estamos pensando en cerrar y sólo queda una pareja haciéndose arrumacos. Barba de tres días, ventimuchos.

- Hay dos clases de mujeres. Las putas y las zorras.

Yo levanto mi ceja derecha...

- Unas lo hacen por dinero y otras por vicio...

Pensé que iba a aclarar que todas menos su madre y su hermana, o algo así, pero por lo visto su madre también era una mala pécora.

- ¿A cuál perteneces tú?

Poso la botella de DYC en la estantería, y me doy la vuelta medio sonriendo. Sé distinguir a un animal herido a quilómetros. Y él está a la defensiva, por mucho que me haya mirado el culo al agacharme a por el vaso de tubo.

- De las zorras. Ya gano dinero poniendo copas.

Se le ve decepcionado.

- ¿Alguna vez has sentido que tenías al lado a la persona perfecta para tí? Que tu lo querías y él te quería... ¿Pensaste aquello de "mi chico no me haría eso"?

Ay, si yo le contase... pero no le voy a contar, hoy me toca psicoanalista...

- Me dijo que se le acabó el amor. Yo pregunté que si de tanto usarlo, pero ya ves no cogió la gracia. ¿Cómo puedes dejar de amar a una persona así como así?

A veces pasa. Los sentimientos cambian. Todo está en constante evolución, pero lo que no le dije es que seguía siendo la misma mierda, sólo que con diferente aspecto.

Creo que hoy me tomaré una copa a la salud de los amores desgastados...