martes, 7 de diciembre de 2010

Cliente: Miscelánea


Se acercan las navidades. En el bar ya tenemos la decoración. Hoy mientras el bar estaba con gente, pero todo el mundo atendido, observaba desde la barra. Dos chicos y una chica reían en torno a unas cañas. Cinco señores hablaban tranquilamente, (intentando arreglar la crisis desde su silla) alrededor de cinco vinos bien servidos, ya que iban en segunda ronda. Una pareja se mira más allá de las pupilas mientras sonríen tontamente, aunque es la tercera vez que llenan las copas de cerveza. Más allá oigo a dos parejas con sendos niños (cocacola light para las mamás, vino rioja para los orgullosos papás). Miro entre toda esa gente y veo que hoy me toca estar sola. Hoy no puedo observar a nadie. Intuyo llover en la calle. Y solo por una vez, preferiría estar caminando bajo la lluvia que aquí.

Vendrán días mejores.

Lo pasaré peor.

Solo que a veces, necesitas compartirlo con alguien...

3 comentarios:

  1. Siempre hay días malos, pero también los hay buenos!
    besos!

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  2. Me encanta la forma cómo enfocas la historia... aunque coincido con el post anterior, siempre hay días peores y mejores, y después de la tormenta siempre llega la calma... o al menos eso dicen... y verás el vaso "medio lleno" ;) Y sino, a mí algo que me funciona siempre sería observar a todas aquellas parejas y familias del bar, no pensando en lo que ellos tienen y lo que yo echo de menos... sino intentando compartir y disfrutar aunque sea fuera y de manera externa de la felicidad que nos envuelve... siempre hay algo por lo que sonreir, y nunca nada por lo que llorar... porque las lágrimas no son más que la prueba débil del sufrimiento humano... me ha encantado, aun siendo pesimista ;)Te sigo :)
    http://lasonrisadelanube.blogspot.com

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