
No tiene pinta de ser alguien especial. Por eso quizá a mi me lo parece. Es normal de estatura, ni muy alta, ni muy baja. Su pelo es rizado, y está alborotado. Sus ojos marrones están cubiertos de sombra negra, y apesar de estar en un grupo de gente se siente sola. Se la ve por la manera en que mira y acaricia el cuello del botellín de la cerveza. Es bonita, a su manera. O a la mía.
A veces me recuerda un poco a mi. Escondida bajo capas de maquillaje negro en los ojos, y un poco de sombra en el alma. Me mira y sonríe un poco.
Pero solo un poco.
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